Infringir la norma se sancionará con entre 120 y 500 euros. Entrará en vigor durante la segunda quincena de mayo.
Los votos a favor de socialistas y nacionalistas han permitido que, en el último pleno del mandato del Ayuntamiento de Barcelona, se haya aprobado prohibir ir desnudo, en bañador o con una pieza similar, fuera de la playa, las piscinas y sus inmediaciones, lo que se sancionará con entre 120 y 500 euros si se infringe la norma.
Fuera de la playa, las piscinas y sus inmediacionesLa modificación de la ordenanza para prohibir el nudismo y el seminudismo, que se ha aprobado pese a la abstención del PP y la oposición de ERC e ICV-EUiA, entrará en vigor durante la segunda quincena de mayo.
La teniente de alcalde de Seguridad, Assumpta Escarp, que ha presentado la modificación, ha hecho especial hincapié en que la ordenanza municipal “no regula cómo vestir” y establece que los agentes advertirán a las personas de que ir desnudo o medio desnudo “no es una conducta aceptada en la ciudad de Barcelona” y que, sólo si no se visten, les denunciarán y multaran.
El presidente del grupo municipal de CiU, Xavier Trias ha resumido su intervención en apoyo de la prohibición en tres palabras “ya era hora” y ha criticado que se haya tenido que esperar al último plenario del mandato “por incoherencia del gobierno”, ya que sus socios, PSC y ICV-EUiA, no se han puesto de acuerdo para ello. ERC e ICV-EUiA han coincidido en considerar que se trata de prohibir una manera de vestir y que las sanciones son desproporcionadas
Gomà ha denunciado un endurecimiento “innecesario” de la ordenanza”Está fuera de todo sentido común que ir por Barcelona en bañador se pueda sancionar con más dureza que si un coche que se salta un semáforo en rojo poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas, o que ir desnudo se pueda sancionar con la misma dureza que la conducción temeraria o ir a 100 kilómetros por hora por las calles de la ciudad”, ha criticado el ecosocialista Ricard Gomà, que ha denunciado un endurecimiento “innecesario” de la ordenanza.
El republicano Jordi Portabella ha señalado que al prohibir la semidesnudez se entra a “regular la moda porque, ya no se trata de ver si vas o no vestido, sino cómo vas vestido” y que su aplicación hace un par de décadas hubiera llevado a “prohibir la minifalda, el top y la camiseta imperio”. El popular Alberto Fernández ha justificado la abstención del PP, a pesar que desde hace años reclama esta la prohibición, porque no la considera bastante contundente al contemplar la advertencia previa.
“Trias y Hereu han pactado mostrar tarjeta amarilla al nudismo en nuestra ciudad, cuando lo que se necesita es la tarjeta roja directa y al vestuario”, ha considerado Alberto Fernández que ha reconocido que el concepto de lo que es seminudismo no es suficientemente claro y crea “lagunas” en la aplicación de la norma.
20minutos.es
4-05-2011
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