El Ayuntamiento ya ha puesto fecha de caducidad a la estación: 2015, cuando debería funcionar la macroterminal de La Sagrera
De Glòries a la estación de França. La última propuesta de reforma de la plaza, presentada anteayer por el Ayuntamiento de Barcelona, ha reabierto el debate sobre el futuro de la vieja terminal, que se alza donde estuvo la primera de España, de la que partía la línea de Mataró, inaugurada en 1848. El equipo de Xavier Trias, con su teniente de alcalde Antoni Vives, responsable de Hábitat Urbano, a la cabeza, apuesta por cerrar esta instalación ferroviaria y dar otro uso al edificio, una imponente construcción de 1929, catalogada.
Panorámica de Barcelona con la Estació de França y el parque de la Ciutadella en el centro LV
La razón esgrimida es que será innecesaria como estación cuando entre en servicio la de La Sagrera. Las fuentes consultadas por este diario son, si cabe, más tajantes. Es, a su juicio, una infraestructura obsoleta.
Por lo pronto, el gobierno de la ciudad ya ha puesto fecha de caducidad a la estación: el 2015. Este es el año que el Ayuntamiento considera que debería estar en servicio la macroterminal de La Sagrera. Aunque este calendario, hoy por hoy, no está nada claro.
Este plazo ideal condiciona además la remodelación de Glòries que, en su última fase, requiere la supresión de las vías férreas que conducen a la estación de França. La existencia del tramo en túnel debajo de la plaza impide la construcción del paso viario soterrado de 400 metros de longitud previsto para la Gran Via. Según el nuevo plan, para que este último no sobresalga sobre el nivel de la calle, debe discurrir a una cota incompatible con la actual galería del tren. Y, cuestión elemental, si este ramal ferroviario se suprime, la estación quedaría totalmente incomunicada.
Los servicios técnicos del Ayuntamiento preparan un informe que presentarán al Ministerio de Fomento -la administración titular de las vías de tren y de la estación- en el que se expondrán las razones que avalan la supresión de ambas infraestructuras ferroviarias. Según ha podido saber La Vanguardia , está previsto que Vives presente el documento en la primera reunión que mantendrá con Rafael Català, el nuevo secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del ministerio, que todavía no tiene fecha. En el argumentario se insistirá en la incongruencia de mantener una estación en cul-de-sac (callejón sin salida) cuando se dispondrá de otra pasante en La Sagrera que, cuando esté operativa, podrá absorber todas las operaciones que actualmente se hacen en França porque tendrá talleres de mantenimiento que permitan la pernoctación de trenes sin restar espacio a la circulación.
El Ayuntamiento recuerda que la desaparación de la estación de França no es un asunto nuevo. Todo lo contrario. La medida ya aparecía en el plan ferroviario de 1969 pero no se llevó a cabo. Con la supresión de la línea de 1848 que partía de esta terminal e iba hacia el Maresme por el Poblenou, relacionada con las obras olímpicas de 1992, volvió a plantearse esta posibilidad.
Desde entonces, la instalación sólo tiene salida por el ramal que discurre bajo Glòries y la conecta con el túnel de Aragó. Pero en aquella ocasión, la terminal volvió a sobrevivir. El edificio se sometió a una importante restauración y aunque durante un tiempo prácticamente no se utilizó, finalmente renació, sobre todo como consecuencia del corte de los servicios en el 2006 por las obras del AVE, que la convirtió en terminal de la línea del aeropuerto. Ahora, lo es de la R2 sur. La instalación también ha sido -y es- útil para la operadora Renfe en caso de tener que desviar servicios por averías graves.
Los nuevos planes de Glòries entierran la idea de construir una nueva estación bajo la plaza que conectaría Rodalies con el metro y el tranvía. Esta infraestructura fue planteada en el 2003 por el entonces alcalde, Joan Clos, como parte de un proyecto amplio de reforma en el que se previó derribar los actuales viales elevados. Esa estación, desestimada, volvió a poner encima de la mesa la desaparación de la de França. Posteriormente, en el plan de Rodalies 2008-2015, en teoría vigente, aunque no se incluyó ninguna actuación en este sentido, la vieja terminal y el ramal de acceso se borraron de algunos planos. Y así, hasta ahora.
Posibles usos para un edificio catalogado
La fachada y todos los elementos ornamentales del interior de la estación de França están catalogados por el Ayuntamiento de Barcelona. Una situación que limita los futuros usos que podría albergar el edificio en caso de que, finalmente, el Ministerio de Fomento decidiese prescindir de la instalación.
Lo cierto es que la estación está muy cerca de equipamientos culturales en construcción o en proyecto. La biblioteca provincial se situará en un solar cercano, la Pompeu Fabra está al lado y para visitar el Born sólo se tendrá que cruzar la avenida Marquès de l’Argentera. Por ello, es normal que el Ayuntamiento pueda tener interés en hacerse con una pieza muy céntrica en este nuevo importante eje cultural que se está construyendo. Con el cierre de la estación, la playa de vías quedaría también en desuso y podría aprovecharse urbanísticamente para mejorar la conexión con la Ciutadella.
La Vanguardia.com
20-01-2012
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