La Casa del Rey se aparta de Urdangarin

El duque de Palma queda excluido de la vida oficial y su comportamiento es calificado de “no ejemplar”. La Corona publicará sus cuentas en la web
Mábel Galaz

Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, hija menor de los Reyes de España, ha sido apartado de la vida oficial de la familia real como consecuencia de la investigación a la que está siendo sometido por sus negocios y su presunta vinculación con el caso Palma Arena.

En su primera comparecencia ante los medios de comunicación, el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, tampoco ha dudado este lunes en reprobar duramente al duque de Palma de Mallorca al asegurar: “No me parece un comportamiento ejemplar” el que ha desarrollado. La Casa del Rey también confirmó de manera oficial que a partir de ahora hará públicas sus cuentas, como publicó ayer EL PAÍS, algo a lo que hasta ahora se había negado, a diferencia del protocolo que siguen otras familias reales. Se publicarán antes de final de año en su página web.

ampliar foto El Rey conversa con Iñaki Urdangarin en presencia de la infanta Cristina, en un acto público celebrado en Barcelona en 2006. / GUIDO MANUILO (EFE)

La Casa del Rey no acostumbra a hacer grandes revelaciones sobre sus integrantes, ni sobre su funcionamiento. Pero ayer el guion varió radicalmente. Las incesantes informaciones sobre los negocios del yerno de don Juan Carlos han colocado a la Corona en una situación comprometida. Una institución hasta ahora muy valorada por los españoles está siendo cuestionada por algunos sectores de la sociedad, que en medio de una grave crisis económica ven cómo uno de los miembros de la familia real disfruta de lujosas casas y maneja importantes sumas de dinero. Movimientos que son investigados por un juzgado de Palma de Mallorca.

El portavoz de la Casa del Rey ha reconocido que “no parece ejemplar el comportamiento” del duque

Pero, además de la vía judicial, el duque está sometido al juicio público. A él se refirió el jefe de la Casa del Rey: “Se mire como se mire, se ha producido un juicio popular propio de Estados o regímenes de otros tiempos, en el que no se ha concedido la presunción de inocencia. Es la peor de las situaciones posibles. Un goteo de informaciones de un caso que está bajo secreto de sumario”. Por eso el hombre de máxima confianza de don Juan Carlos, la persona que gestiona junto a él la Corona, se apresuró a desear que los jueces y fiscales concluyan lo antes posible sus investigaciones.

Pero como el otro juicio, el de la calle, está en marcha, la Casa del Rey ha tenido que dictar su propia sentencia. Iñaki Urdangarin ha quedado apartado de la agenda y la vida oficial de la familia real. Una decisión que ha sido adoptada, según la versión de Zarzuela, tanto por deseo del Rey como del propio duque de Palma.

El anuncio de que Urdangarin ya no saldrá en la foto oficial se esperaba hace días. Incluso el pasado sábado, cuando desde Washington el esposo de la infanta Cristina pedía perdón por el daño que sus negocios podrían haber hecho a la Corona, se echó en falta su renuncia. Pero fue la Casa del Rey la que quiso anunciar la drástica decisión. Ella, que hasta ahora se había mantenido en silencio sobre la investigación a Urdangarin; ella, que se ha empeñado una y otra vez en afirmar que los negocios del duque son un asunto privado que nada tiene que ver con la Corona, ha tenido que pronunciarse.

Apartado de la vida oficial, Urdangarin seguirá siendo miembro de la familia real por derecho propio, porque su nombre está inscrito en ese especial Registro Civil que da cuenta de las altas y bajas de sus miembros. Registro en el que estuvo, por ejemplo, Jaime de Marichalar, y del que fue excluido una vez el divorcio fue efectivo.

ampliar foto El desfile de la Fiesta Nacional fue el último acto de Urdangarin con la familia real. / CLAUDIO ÁLVAREZ

Spottorno recurrió a este símil para explicar la situación del duque: “Es como cuando alguien tiene un hijo. Se le puede querer más o menos, o parecer más o menos tonto, pero no puede dejar de ser tu hijo”.

El juzgado que instruye el caso Palma Arena, la adjudicación irregular de un polideportivo con pago de comisiones ilegales, investiga en una pieza separada la supuesta apropiación indebida de fondos públicos y malversación relacionada con varios contratos por más de seis millones de euros que los Gobiernos balear y valenciano dieron al instituto Nóos, presidido por Iñaki Urdangarin. El Instituto Nóos, sin ánimo de lucro, desvió el dinero público a una red de empresas privadas propiedad de Urdangarin y su socio Diego Torres. Desde hace seis meses, Torres está imputado por apropiación indebida y malversación de fondos públicos. Fuentes próximas a la investigación judicial consideran inevitable en algo más de un mes la “imputación” de Urdangarin.

Una de las empresas a las que se desviaron los fondos públicos, según la investigación judicial, es Aizoon, promotora inmobiliaria propiedad, a partes iguales, de Urdangarin y su mujer, la infanta Cristina. La hija del Rey formaba parte de la junta directiva del Instituto Nóos cuando, según la investigación, se produjo la apropiación indebida de fondos. Sin embargo, tanto la fiscalía como el juez del caso consideran que la infanta no formaba parte del círculo cerrado del Instituto donde se tomaban las decisiones, por lo que no prevén imputarla.

Por eso la situación en la que queda la infanta Cristina es rotunda. El jefe de la Casa del Rey, al ser preguntado por si la hija menor de los Reyes seguirá con su trabajo oficial, respondió ayer: “Ya se verá”. Don Juan Carlos intenta proteger a la infanta de las consecuencias de una posible imputación a su marido. Y, la Reina, incluso, ha mostrado este apoyo en público fotografiándose para Hola tanto con ella como con su yerno en una visita familiar a Washington.

La Casa del Rey lo que sí confirmó es que tanto la infanta Elena como la infanta Cristina dejarán poco a poco de tener un papel protagonista de la familia real. Spottorno no quiso precisar los plazos, ni las formas, pero sí advirtió que las hijas de los Reyes tienen “mucho trabajo” en su vida profesional y atendiendo a sus hijos. Doña Elena trabaja en la Fundación Mapfre y doña Cristina en la Fundación de La Caixa. Sobre este asunto, lo que intenta la Corona es desligar el nuevo papel de secundarias que adoptarán las infantas a corto plazo, con las consecuencias del caso Urdangarin.

El duque de Palma seguirá siéndolo en tanto que permanezca casado con la infanta Cristina. “Él es solo un consorte”, zanjó Spottorno. El título es un regalo del Rey a su hija por su matrimonio.

En medio del caso Urdangarin, la Casa del Rey también confirmó ayer de manera oficial su decisión de rendir cuentas de manera pública sobre sus finanzas, algo a lo que se había resistido hasta ahora a diferencia de la práctica habitual de otras familias reales europeas. Spottorno, sin embargo, no vinculó esta decisión a la erosión que el caso Urdangarin está provocando en la imagen de la monarquía.

Zarzuela basó su decisión en la crisis y sus consecuencias. “La situación general es complicada (…) el pesimismo cunde. Los españoles valoran poco las instituciones que vertebran el Estado. La Corona ha perdido puntos en la valoración de la ciudadanía, aunque también habría que hablar de la manera en la que el CIS realiza la pregunta. Pero tras 36 años nadie puede poner una pega al Jefe del Estado”. Y añadió: “La Corona encarna un principio de estabilidad, neutralidad y ejemplaridad”.

Esta reivindicación de los valores de la monarquía, según Spottorno, serán reforzados con medidas de austeridad y transparencia. Para ello la Casa del Rey ha decidido publicar sus cuentas antes de final de año en su página web. “Explicaremos las partidas más importantes. No entraremos en detalles como en otras casas reales en las que cuentan hasta los gastos de peluquería”, señaló el jefe de la Casa del Rey. Y, por si hubiera alguna duda, dejó claro que la decisión de rendir cuentas públicas no se ha tomado para tener más transparencia sino para acercar el funcionamiento de la Casa a la ciudadanía. “La transparencia está garantizada con el trabajo del interventor y de las auditorías que se realizan”, precisó Spottorno. El jefe de la Casa, que solo aceptó algunas preguntas, pasó el turno de respuesta al interventor cuando se le preguntó quien realizaba las auditorías. “Yo mismo”, informó este. Los gastos de la Casa del Rey tampoco han estado nunca sujetos a la fiscalización del Tribunal de Cuentas y seguirán sin estarlo.

En la que calificó como una nueva etapa de la institución, Spottorno quiso señalar que la Corona, consciente de la crisis económica, intentará disminuir el gasto. “Estamos trabajando en un presupuesto igual que el que tenemos -8,43 millones en 2011- del que difícilmente podremos ahorrar, pero sí esperamos hacerlo de las partidas que recibimos de los ministerios y otros sectores de la Administración”. Para ello se ha creado una comisión que trabaja en los recortes, si bien no se precisó qué cantidad se pretende ahorrar en esta nueva etapa.

El mensaje de Spottorno es el mensaje del Rey, porque es su más directo portavoz. Por eso esta comparecencia fue acompañada de una declaración de intenciones: “Este equipo no está preparando una transición. El Rey ejerce y el Príncipe respeta la continuidad”.

Algunas de estas decisiones e intenciones formarán parte del tradicional discurso de Nochebuena del Rey, una cita que este año cobra más interés que nunca. “No sé que dirá el Rey. El discurso es cosa suya. Pero seguro que habla de la crisis”.

El Pais.com
12-12-2011

Leave a Reply