Genís Pascual y Georgina Rifé: “Las reivindicaciones vecinales no han desaparecido sino al contrario, están volviendo”

‘Sant Andreu de Cap a Peus’, la revista asociativa más antigua de Barcelona publicada ininterrumpidamente, cumple este mes 30 años

El Sant Andreu de Cap a Peus nació el 11 de octubre de 1980 como una simple hoja de avisos quincenal de la Associació de Veïns i Veïnes de Sant Andreu de Palomar, pero se ha convertido en una revista profesional y mensual, que ha logrado subsistir tres décadas y preservar su independencia gracias a la publicidad de los comercios del barrio y el esfuerzo voluntario de cientos de redactores, maquetadores, fotógrafos y repartidores. En el primer número se podía leer la siguiente recomendación: “Si va usted guardando todos los números en una carpeta, bien ordenados, construirá poco a poco una auténtica crónica viva de la historia de Sant Andreu”. Y así ha sido.

Por sus páginas han desfilado todas las problemáticas del barrio, desde las urbanísticas (la Rambla de Fabra i Puig, la Fabra i Coats, la llegada del AVE…) hasta las más sociales (mobbing inmobiliario, falta de escuelas, desalojos y okupas…), dedicando espacio tanto a polémicas específicas (la reurbanización de las calles del casco antiguo o los espacios de la fiesta mayor) como a complejos debates de fondo (inmigración, educación, civismo…). El “Capapeus” –la abreviatura coloquial de este “pequeño milagro que pasa cada mes”, como le ha bautizado la asociación– llega a más de tres mil vecinos y supone una lectura obligada, aunque casi siempre incómoda, para todo regidor y alcalde que quiera mandar en Sant Andreu. 

Hablamos con dos de sus impulsores, Genís Pascual i Porret (1979, maestro de Primaria y actual presidente de la asociación) y Georgina Rifé i Domènech (1974, periodista, historiadora y ex coordinadora de la revista). Rifé es también la comisaria de la exposición antológica Sant Andreu de Cap a Peus 1980-2010: 30 anys, 30 portades, que exhibe el Centre Cívic de Sant Andreu hasta el 17 de noviembre. La celebración de la efeméride la completan una multitudinaria presentación del Número Especial del aniversario el sábado 16 en Les golfes de Can Fabra y una fiesta lúdica musical el siguiente sábado, día 23, en la plaza de detrás de la biblioteca.

Para los profanos: ¿Qué se entiende por “prensa vecinal”?
Georgina: Se trata de publicaciones que reflejan las inquietudes de un entorno pequeño, ya sea un barrio o un pueblo, y que al mismo tiempo expone a los ciudadanos de este entorno los temas que les afectan directamente. En general surgen de las asociaciones de vecinos (AVV) o entes similares y suelen financiarse a través de publicidad, aunque las subvenciones también son muy importantes para conseguir salir con regularidad.
Genís: La mayoría sólo hace difusión de lo que hace la entidad que los edita y repasan más o menos las actividades del resto de asociaciones del barrio. En este sentido, el Capapeus siempre ha intentado ir más allá y creo que ha sido una de las claves de su éxito. Contando lo que sucede en el barrio, dando voz a los vecinos, dejando testimonio de todo lo que acontece en Sant Andreu, ha conseguido mantener vivo el interés de los lectores y atraer a muchos colaboradores, en especial estudiantes de periodismo, que han visto en la revista una forma de aprender y hacer currículum.

¿Son publicaciones fruto de su tiempo, la transición, o un modelo de periodismo plenamente actual?
Georgina: Las dos cosas a la vez. Surgen a raíz de la transición, cuando la lucha vecinal estaba en su momento de máximo auge. Las revistas fueron entonces el único vehículo de comunicación eficaz para trasladar todas las reivindicaciones a la población. Pero sigue siendo vigente porque las reivindicaciones vecinales no han desaparecido sino al contrario, están volviendo. Cada vez más gente se interesa por las causas de proximidad, a aquello de “piensa globalmente y actúa localmente”.
Genís: La prensa vecinal es igual de vigente y necesaria que las mismas AVV, que son las que mantienen vivo el espíritu colectivo, las luchas por el interés general. Si no hubiera sido por la transición, las AVV y sus revistas serían de otra forma. Hoy la gente se asociaría igualmente, pero en estructuras más parecidas a las plataformas de afectados, que se unen por temas concretos de interés particular.

¿Qué función realizan las revistas vecinales? ¿Para qué son necesarias hoy en día?
Georgina: Tienen una función aglutinadora muy importante, porque crean comunidad a su alrededor. Además, tratan unos temas que tienen cabida en los medios de comunicación convencionales, ya sea porque son temas geográficamente pequeños o por su temática alternativa o crítica.

¿Qué dificultades o retos tienen?
Genís: Tienen los mismos problemas que el movimiento vecinal. Hoy a la gente le cuesta más movilizarse por cosas colectivas, no tenemos ese enemigo común que era el franquismo y todos queremos asegurar nuestro nivel de bienestar. En consecuencia, participar de algo colectivo sin cobrar nada, dedicarle tu tiempo libre a pesar de cómo está el panorama laboral, pues es muy complicado. Cuesta encontrar gente. Y la otra gran dificultad es autofinanciarse. Siempre hemos remarcado nuestro agradecimiento mayúsculo a las tiendas del barrio, que nos ayudan y hacen posible la revista.

En concreto, ¿de qué le ha servido al barrio el Sant Andreu de Cap a Peus?
Georgina: De mucho. Desde sus inicios cohesionó a los vecinos alrededor de la AVV y fue una plataforma de protesta muy importante en los años ochenta. Desde entonces, la mayoría de temas y portadas del Capapeus han reflejado todo aquello por lo que ha luchado la asociación, muchas veces en contra del poder político del Distrito, y ha permitido que muchas de estas reivindicaciones llegaran a buen puerto.

¿Cómo se imaginan el futuro del Capapeus? ¿Cómo será, por ejemplo, dentro de diez años?
Genís: No sé como será en el futuro, pero sé de qué depende. Tanto en los contenidos como en la forma, la revista siempre ha dependido de la gente que ha tenido detrás. Ahora tenemos a muchos jóvenes y nuestro deseo y voluntad es que tanto la revista como la AVV sigan tantos años como sea posible y que además siga entrando gente nueva. No queremos enquistarnos, sino que todo aquél que quiera participar, tenga la edad que tenga, encuentre su espacio.
Georgina: Mientras haya gente interesada en saber qué sucede en Sant Andreu y vecinos con ganas de implicarse, seguirá publicándose. Ha vivido ya muchas crisis, de falta de gente o de dinero, pero al final siempre consigue salir a la calle. Así que si ha podido tirar adelante estos treinta años, podrá continuar muchos más.

La Vanguardia.es
19-10-2010

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