El café concierto El Molino levanta el telón tras 13 años de cierre en Barcelona

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Fachada del teatro El Molino de Barcelona. (Imagen: Toni Albir / EFE)

EFE. 13.10.2010
El Molino, el café concierto memoria sentimental de muchos barceloneses, cerró sus puertas en 1997. Trece años después, el telón de aquel teatro canalla se levantará de nuevo el 18 de octubre, con un espectáculo que se quiere mantener en secreto, pero que respetará el “espíritu” de este mítico escenario.

Los responsables de la sala no han querido desvelar el programa de lo que el próximo lunes se verá bajo los focos de este pequeño y centenario teatro ubicado en la avenida del Paral·lel, tradicional arteria de la farándula de la capital catalana. La intención de la empresa Ocio Puro, que ha invertido 15 millones de euros en una espectacular rehabilitación de El Molino, es convertir el teatro en una “cantera” para descubrir nuevos talentos del mundo del espectáculo.

La consejera de esta sociedad, Elvira Vázquez, alma mater de la recuperación, ha presentado este miércoles, junto al equipo artístico y técnico de la sala y los arquitectos encargados del proyecto, las nuevas instalaciones que alberga un edificio que ha crecido en altura con una llamativa y sinuosa fachada cubierta de leds sobre una terraza mirador ubicada bajo la sombra de las aspas de El Molino.

Las plumas están de moda esta temporadaLa inauguración oficial durará cuatro días, del 18 al 21 de octubre, ya que lo reducido del aforo (250 plazas), obliga a los promotores a realizar varias sesiones de presentación antes de abrirla al gran público el día 22 de octubre.

El artista Josep María Portavella, fundador del grupo The Chanclettes, dirige el primer espectáculo, bautizado Made in Paral·lel, mientras que el responsable de las coreografías será Roberto Alonso, a quien se le ha “escapado” que el montaje, en el que participarán una veintena de artistas, “estará a la altura de lo que se espera y respetará la historia de este teatro”, muy vinculado siempre al cabaré. “Las plumas están de moda esta temporada”, ha advertido entre risas la encargada de vestuario, María Araujo.

No sabíamos que Barcelona nos quería tanto, que hubiera tanta ilusión por su reaperturaElvira Vázquez, que ha destacado la “polivalencia y diversidad” de los nuevos espacios, se ha mostrado sorprendida de la expectación creada en la ciudad sobre este proyecto. “No sabíamos que Barcelona nos quería tanto, que hubiera tanta ilusión por su reapertura; pero eso a la vez es una responsabilidad muy grande”, ha remarcado.

La entrada al espectáculo tendrá un coste de 38 euros (con una consumición), precio que variará para las diferentes sesiones que irá ofreciendo el teatro cuando esté a pleno rendimiento, que también quiere incorporar un restaurante. El nuevo espacio quiere aprovechar al máximo sus horarios, y dedicará las mañanas a sesiones formativas en algunas de sus salas polivalentes.

Dedicará las mañanas a sesiones formativas en algunas de sus salas polivalentesTambién prolongará la actividad de madrugada, aunque, según ha remarcado Portavella, no quieren que El Molino “se convierta en una discoteca pura y dura, que de eso ya hay mucho en Barcelona; sí que se podrá bailar, pero con una oferta artística”. La cantaora Mayte Martín desempeñará un papel especial en esta nueva etapa del teatro, ya que será la encargada de la programación de los martes, que se dedicará al flamenco bajo el título Poco ruido y mucho duende.

“Voy a proponer una programación que a mí como espectadora me gustaría ver en los escenarios en los que voy a escuchar flamenco, con artistas poco conocidos pero con gran valía”, ha puntualizado la artista barcelonesa. Vázquez ha reconocido que la empresa sabe que la rentabilidad de este espacio (financiado sólo con fondos privados y que dará trabajo a unas cien personas, entre empleos directos e indirectos) será a medio y largo plazo.

Se ha potenciado la “verticalidad” del edificio, de planta muy estrechaEn esta línea, el teatro diversificará su oferta, y ya prevén la celebración de un Festival Internacional de Burlesque y otro dedicado al tango. Los arquitectos encargados de la recuperación han explicado que se ha potenciado la “verticalidad” del edificio, de planta muy estrecha, que ahora será más visible desde toda la avenida, y que ha crecido también hacia abajo (para montar una cocina) y hacia los lados, para instalar la barra del bar. “El edificio era tan estrecho que los artistas tenían que salir a la calle desde un lado del escenario para volver a entrar por el otro; eso ya no pasará”, apuntaron los arquitectos.

20minutos.es
13-10-2010