La primera iglesia ortodoxa rumana ha comenzado a construirse esta semana en Barcelona, gracias a las aportaciones económicas de los fieles y del gobierno de Rumanía.
La parroquia ortodoxa rumana de San Jorge, que tiene como párroco a Aurel Bunda, forma parte del Obispado Ortodoxo Rumano de España y Portugal, cuyo obispo es monseñor Timoteo Lauran, y se está construyendo en el solar ubicado en el número 25 de la calle Capella, en el distrito de Sant Andreu.
La comunidad ortodoxa rumana, con la ayuda de la embajada rumana en España, compró en el año 2007 el edificio que ocupaba este solar y tras derribarlo ha iniciado la construcción de la primera iglesia de nueva planta de la iglesia ortodoxa rumana en Barcelona.
Según ha informado hoy la comunidad, la nueva iglesia tendrá también un edificio anexo y una planta sótano donde se ubicarán los despachos parroquiales, las aulas de catequesis, salas polivalentes y una biblioteca.
Las mismas fuentes han querido resaltar que este proyecto de equipamiento religioso-cultural no ha contado con ninguna aportación de dinero público de las administraciones de Cataluña y que su financiación es exclusivamente con fondos del gobierno rumano y las aportaciones de los feligreses.
“La finalidad es disponer de un espacio donde los rumanos se sientan identificados, puedan encontrarse y celebrar las ceremonias en un ámbito adecuado y de calidad, ya que actualmente no cuenta con ningún equipamiento de estas características”, ha señalado la comunidad en un comunicado.
El proyecto de construcción de la nueva iglesia corre a cargo del estudio de arquitectura Taller de Gestió Integral (TGIN) y pretende respetar las condiciones ambientales del entorno e integrar el equipamiento de manera sostenible y eficiente.
En total serán más de 800 metros cuadrados, en una construcción que será “emblemática y de referencia para la comunidad rumana a nivel europeo y que responde a los cánones y órdenes particulares de las tipologias de iglesias rumanas”.
La previsión es que la iglesia esté terminada en un plazo de 18 meses y que tenga una afluencia diaria media de unas 100 personas, aunque puntualmente, durante las misas, podrían alcanzarse las 200, según ha informado la comunidad.
En Cataluña viven actualmente unos 63.000 rumanos, más de 7.000 de ellos en Barcelona, y la mayoría son practicantes de esta religión cristiana.
ADN.es
22-09-2011
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