La reforma del edificio cambiará totalmente la imagen del establecimiento, dedicado a la cocina casera
Así pues, a los muchos vecinos asiduos al local les quedan todavía unos días para retener en la memoria la barra, las mesas y los arcos que dividen la sala, con capacidad para 60 personas. El bar se hizo un hueco en la vida social de Sant Andreu, en especial las noches de fin de semana, gracias a su oferta de comida casera y bocadillos creativos asequibles.
El bar de la entidad cultural La Lira de Sant Andreu canviará totalmente de aspecto tras la reforma del edificio Pau Vinyes i Roig
La remodelación conservará intacto el aspecto de la fachada de la calle Coroleu y el refugio antiaéreo que se esconde bajo el edificio. La sociedad coral fue fundada a finales del siglo XIX –no está clara la fecha exacta, pero seguramente fue entre 1850 y 1860– y actualmente cuenta con 300 socios y secciones de canto coral, Esbart, sardanas, teatro, rol y ajedrez.
El proyecto de reforma permitirá ganar dos salas multiuso, mejorar el teatro y las salas de ensayo y abrir al público el pequeño refugio de la Guerra Civil.
Se trata de un refugio modesto, con una única entrada y en forma de galería de mina. Una escalera curva de 20 peldaños y un túnel estrecho –de solo 0’70 metros de ancho– dan acceso a su única cámara, reducida y circular. Contiene una mesa redonda en el centro, tres huecos en las paredes a modo de armarios empotrados, un depósito de agua y un banco adosado al perímetro de la pared. Durante años quedó olvidado porque no constaba en el registro de refugios del ayuntamiento republicano, por tener solo una entrada y tan poca capacidad. La teoría más aceptada es que se construyó para proteger provisionalmente a los miembros de la junta directiva de la asociación, por si en medio de una reunión se declaraba la alarma de bombardeo y no tenían tiempo de acudir a otro refugio mayor.
La Vanguardia.com
23-03-2013
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