Asimismo, piden que se compense a los hosteleros que han hecho “inversiones importantes en la separación de zonas de fumadores y no fumadores”
Toledo. (EFE).- Los hosteleros españoles no van a hacer “ni de inspectores ni de policías” en la aplicación de la Ley del Tabaco, cuando la nueva normativa entre en vigor, según ha advertido hoy en Toledo el presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Juan Molas.
El presidente de CEHAT, que ha participado en Toledo en una jornada sobre turismo de interior, ha asegurado a preguntas de los periodistas: “no vamos a hacer ni de inspectores ni de policías, esto no podemos hacerlo ni es nuestro cometido”, y ha añadido que espera que “la Administración decida en consecuencia”.
Asimismo, ha pedido que se estudie cómo compensar a los hosteleros que han sufrido los “errores iniciales de planteamiento” que se han cometido por parte de la Administración y habían hecho “inversiones importantes en la separación de zonas de fumadores y no fumadores”.
Molas ha admitido que “está hecha la ley”, pero ha sugerido que “ahora hay que resolver la inversión de los errores que cometió la Administración hace dos, tres o cuatro años”.
Ha aclarado que desde la Confederación están “totalmente a favor de la salud”, pero ha criticado que se hayan dado “unos bandazos absolutos: ahora sí, ahora no, ahora cien metros cuadrados, ahora separación”, lo que a su juicio “es absolutamente incoherente”, por lo que ha abogado por buscar fórmulas como las que se han aplicado en otros países.
Ha recordado que desde el Ministerio de Sanidad siempre se ha puesto el ejemplo de Irlanda o Gran Bretaña, “cuando otros países han puesto zonas de fumadores incluso no atendidas por personal de la casa para que no afecte a la salud del trabajador”.
En Gran Bretaña y en Irlanda han cerrado aproximadamente un 15 por ciento de establecimientos (pub, bares y restaurantes) “con una larguísima tradición”, ha advertido Molas, quien se ha preguntado lo qué puede significar en España “que acaben cerrando el 15 por ciento de los establecimientos”.
Ha insistido en que habría que haber buscado alguna fórmula alternativa teniendo en cuenta que la cultura del tabaco está muy arraigada en una parte de la población española (“se dice que en el 30 por ciento”).
Sería una alternativa “que diera complacencia, si cabe, o distinción, sobre todo a la libertad del individuos”, ha añadido. Sin embargo, “se hizo mal desde el principio”, ha aseverado Molas, quien ha apuntado que “la solución sería que en ningún lado del mundo se pudiera fumar”, porque así “no habría agravios comparativos, ni alternativas”.
En este contexto, ha demandado que “sobre todo de una vez por todas se haga en el conjunto de España” y no se aplique de forma distinta en las diferentes comunidades autónomas.
La Vanguardia.es
26-10-2010
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