Denuncian la construcción de una carretera por medio del Montseny

Montseny.- La ‘Coordinadora per a la Salvaguarda del Montseny’ (CSM) ha denunciado la futura destrucción del medio natural protegido con el asfaltado y la consiguiente entrada de maquinaria pesada y tala de árboles, en una pista forestal que debe unir la carretera de Collformic con Sant Marçal. Consideran que se trata de un proyecto nocivo para el macizo que sólo beneficia a los dos hoteles de la zona.

La obra consiste en pavimentar 3.700 metros de pista foresta entre la Font de les Nàiades hasta la Font Bona, lo que acarrearía la entrada de maquinaria pesada, tala de árboles, obertura de zanjas, movimientos de tierra, desvíos y canalizaciones de aguas, entre otras acciones. Se trata, según los ecologistas, de la fase final de un proyecto iniciado en 2008 que asfaltó el camino hasta el camping Les Illes. El objetivo es unir los dos principales ejes de comunicación del macizo, lo que implicaría un elevado incremento de la circulación rodada en un ámbito de máxima protección, catalogado como Zona de Reserva y Zona de Alto Interés Natural, Ecológico y Paisajístico por el Pla Especial del Parc Natural del Montseny.

El proyecto, que promueve el Ayuntamiento de Montseny, cuenta con el informe favorable, según los ecologistas, de los gestores del Parque Natural. Los 311.000 euros de la obra se financian a través de las dos administraciones, con el apoyo de la Generalitat a través del Plan Único de Obras y Servicios (PUOSC).

Beneficio para una cadena hotelera
Los ecologistas de la CSM se oponen frontalmente a una obra que pretende abrir a la circulación rodada una zona “altamente sensible” en lo que se refiere a biodiversidad, cabecera de la cuenca del Tordera y hasta ahora, bastante aislada y protegida de la “hiperfrecuentación y explotación”. Destacan, que la pista conectará dos zonas con más actividad circulatoria como los sectores de Santa Fe, Sant Marçal y el eje de Collformic-Montseny, lo que puede incrementar el flujo de turistas por la nueva vía.

Para los movimientos proteccionistas, las consecuencias de la obra supondrán un grave impacto para la flora, la fauna y los ecosistemas de la zona, “hábitats de alto interés de conservación, como alisales y bosques de roble” así como alto riesgo de atropello de especies protegidas, principalmente anfibios y reptiles” sin obviar el incremento de riesgo de incendio y erosión, así como la contaminación lumínica, acústica y atmosférica, con el consecuente efecto para el medio ambiente.

Un informe emitido en el 2012 por el propio Parc Natural ya alertaba de estos impactos, como también del atropellamiento de anfibios detectados en la pista asfaltada en la primera fase. “Increíblemente –apuntan desde la CSM- el informe acabo siendo utilizado como base para que la Oficina del Parc Natural emitirá un informe preceptivo favorable al proyecto”. Un proyecto que, según los ecologista va contra los objetivos de protección, conservación y los propios valores de desarrollo socioeconómica de una figura como la del Parc Natural del Montseny y Reserva de la Biosfera.

Sospechan las entidades contrarias al proyecto que detrás de la obra se oculta una intencionalidad económica que tiene a ver con el nuevo modelo de gestión, favoreciendo un modelo turístico elitista, “en perjuicio de la conservación y rehumanización del territorio”. Apuntan como ejemplo casos como el Bulli en el Cap de Creus “como proyecto premonitorio”. Apuntan los ecologistas al beneficio que obtendrían los dos establecimientos hoteleros de la cadena HUSA, en los dos extremos de la nueva vía. “Una vez más, la inversión pública a favor de los intereses privados” apuntan.

Pubicat ala Vanguardia.com
Lunes, 28 de abril 2014