La empresa de mantenimento del Tibidabo debía pagar si la atracción permanecía parada

Superar el límite de tiempo de inactividad se castiga con 150 euros la hora  |  La adjudicación por 1,5 millones de euros se produjo hace tan sólo un mes
SILVIA ANGULO  
El contrato de adjudicación del mantenimiento del Tibidabo, suscrito el pasado mes de junio, impone unas cláusulas draconianas que penaliza económicamente a la empresa Spie Ibérica de Mantenimiento SA si las atracciones se paralizan a causa de una avería durante cierto periodo de tiempo. En concreto, el acuerdo establece: “Cada atracción o instalación del parque no podrá estar parada por un fallo más de un 0,75% de las horas de apertura de la atracción por año”. En el caso de superar este límite el contrato prevé una penalización sobre todas las horas de cierre de la atracción, a razón de 150 euros por atracción y hora de paro

Esto significa que si este año el parque de atracciones prevé abrir al público unas 1.224 horas, según el horario y calendario del 2010, cada una de las atracciones no podrá estar cerrada por avería más de nueve horas. En caso contrario, se multará a la adjudicataria. El contrato, que entró en vigor a principios de julio, también establece que la empresa pública, Parc d’Atraccions del Tibidabo (Patsa) también tiene potestad para multar a Spie Ibérica de Mantenimiento si no se cumplen los plazos de resolución de averías, trabajos y suministro de materiales pactados. En estos casos, se penalizará a la empresa con 150 euros por día de retraso en estas actuaciones.

En cambio, si la demora en reparar la instalación se produce por causas del plazo de entrega de una pieza a sustituir, “esta penalización no se aplicará”, siempre y cuando el adjudicatario demuestre este hecho que, en ningún caso, puede ser imputado a una falta de previsión.

Entre otras cuestiones, el contrato, en uno de sus anexos, insta a la nueva adjudicataria a subrogar a trabajadores de Copisa–la antigua contrata–. Se trata de un jefe de equipo que es electricista, un fontanero, un jardinero, tres mecánicos y un obrero de la construcción. Todos ellos con una antigüedad en la empresa de seis años tal y como reza en el documento.

Otra de las cuestiones que se recoge en el contrato es el plan de mantenimiento a través de revisiones periódicas. Así se establecen controles diarios, semanales, mensuales y anuales y el alcance de cada uno de ellos. También se obliga a que cuando las incidencias se produzcan en horario laboral, los operarios efectúen las reparaciones “en el mínimo tiempo posible, poniendo todos los recursos técnicos y humanos necesarios”. Así se establece que los días en los que el parque esté abierto al público trabajarán como mínimo dos operarios, un mecánico y un electricista para poder solucionar las averías que se produzcan. Los trabajadores deberán estar en el parque una hora y media antes de la apertura y de su cierre. En total, se prevén 12.000 horas anuales de trabajo de mantenimiento preventivo y 16.000 horas más de mantenimiento correctivo. aunque en este apartado estarían incluidas labores de jardinería, señalización, carpintería y pintura artística.

Patsa adjudicó a Spie por casi 1,5 millones de euros un contrato de dos años para el mantenimiento del parque. Al concurso se presentaron seis empresas.

La Vanguardia.es
21-07-2010

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