Trias y los comerciantes se alían contra la liberalización horaria

El alcalde apoya la queja del sector, pero plantea buscar pactos intermedios  //Los ejes de barrio aseguran que abrir más horas supondrá el cierre de tiendas

 PATRICIA CASTÁN
 BARCELONA

 La liberalización horaria del comercio sería impensable en Barcelona si la decisión dependiese de una imaginaria urna. Las voces del no son cada vez más ruidosas y su fuerza arrastra a las administraciones públicas, nada interesadas en una contienda con el poderoso sector del comercio. Por eso, el contundente manifiesto firmado ayer por la Fundació Barcelona Comerç, que aglutina a los 17 ejes de tiendas organizados de la ciudad, y el Consell de Gremis de Comerç, Serveis i Turisme de Barcelona, contó con el apoyo del alcalde Xavier Trias contra el proyecto de ley del Gobierno, aunque dispuesto a buscar soluciones y pactos. 
 Trias, ya desde la oposición, había ejercido una fina diplomacia cada vez que era interrogado sobre el asunto de los horarios. Dejaba la pelota en manos de los afectados; cualquier decisión del sector tendría que ser unánime, postulaba, a sabiendas de que las grandes multinacionales aprietan para poder abrir en domingo, al menos en calles turísticas. Ayer, sin embargo, vista la virulencia del conflicto entre el pequeño comercio de Barcelona y el Gobierno central, el alcalde se alineó con la fundación y dio apoyo al manifiesto. En este documento los firmantes exponen su «desacuerdo más radical» con el controvertido decreto.
 El borrador de esta nueva normativa no solo prevé la designación de zonas turísticas en las 14 principales ciudades de España, incluida Barcelona, donde las tiendas podrían abrir todos los domingos, sino que también supondría que el conjunto de los establecimientos abriesen dos domingos más al año. Además, ampliaría a 90 horas semanales el tope de apertura semanal.
 Los firmantes descartan que el turista tenga poco tiempo para comprar y gastar en Barcelona, y sostienen que disponen del resto de días de la semana para hacerlo.
 
 DOS POSICIONES / Es en este punto donde se producen discrepancias a nivel interno. El gigante Barnacentre, que engloba el Portal de l’Àngel y su entorno, con apoyos de otras calles, se opone al conjunto del decreto, pero sí defiende abrir en festivo la zona turística. Esta entidad sostiene que son cada vez más los municipios que piden acogerse a esta designación (como ya contemplaba la ley catalana) y que Barcelona no puede quedarse al margen y ser competitiva. Según sus datos, esta apertura selectiva en la ciudad sí permitiría incluso crear puestos de trabajo. Por contra, en el conjunto de la fundación argumentan que la competencia que se establecerá entre grandes y pequeños (que no puedan abrir tantas horas) se saldará con cierres entre las 35.000 tiendas y 70.000 establecimientos de servicios locales.

El periodico.com
10-07-2012

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