El barrio de Bon Pastor de Barcelona inicia una remodelación en plena crisis

El barrio inicia la tercera fase de remodelación, en la que está prevista una inversión de 30 millones de euros | Se trata de una de las operaciones inmobiliarias más importantes que se llevarán a cabo en Barcelona

Silvia Angulo

En sus calles, aún perviven construcciones de planta baja, pintadas de colores diferentes como si se tratase de un pequeño pueblo que sobrevive pendiente de la amenaza de ser engullido por la gran metrópoli. A simple vista, parece mentira que este popular y humilde barrio de Barcelona se vaya a convertir en los próximos años en el motor inmobiliario de la vivienda protegida de la capital catalana.

La tercera fase de remodelación de las antiguas Casas Baratas está pendiente de adjudicar. Supondrá una inversión de 30 millones de euros y más de 70 empresas optan a la licitación. Será una dura pugna entre constructoras y promotores en un momento en el que escasean los concursos para construir vivienda pública.
Porque, de momento, la crisis inmobiliaria que tanto daño está haciendo al mercado residencial –ya sea público o protegido– está pasando de largo en esta zona de la ciudad.

A principios del año que viene está previsto que se inicie la construcción de tres bloques de pisos, en la que será una de las operaciones inmobiliarias más importantes que se desarrollarán en la capital catalana a lo largo del año que viene. Tanto la construcción de vivienda protegida como libre está completamente paralizada en la ciudad. De ahí que hace unos días el Ayuntamiento presentara un plan para desencallar algunas actuaciones urbanísticas con las que se quiere proveer suelo para construir, pero que están frenadas por la crisis hasta el punto de que aún no se ha podido ejecutar ni la parcelación de los terrenos. Destacan la Marina del Prat Vermell, los cuarteles de Sant Andreu o Can Batlló, donde está planificado un gran número de viviendas públicas. Para retomar estos proyectos el Ayuntamiento se hará cargo de los gastos de urbanización o expropiación que deben abonar los propietarios de los terrenos a cambio de que se les conceda más suelo para construir vivienda protegida.Otras operaciones urbanísticas previstas, como la de la Colònia Castells, también están en vía muerta a causa de la situación económica del Incasòl, encargada de transformar la zona.

En Bon Pastor la situación es diferente. Todas las promociones con las que se sustituyen las antiguas Casas Baratas por modernas viviendas en las que realojar a los vecinos las lleva a cabo el Patronat Municipal de l’Habitatge. El consejero delegado de Vivienda del Ayuntamiento, Antoni Sorolla, explica que en total se edificarán 161 viviendas –repartidas en tres edificios–, 16 locales y 294 plazas de aparcamiento. Los pisos tendrán dos, tres y cuatro dormitorios y su superficie oscilará entre 55 y 90 m2. Será un cambio sustancial para los vecinos, que ahora residen en las antiguas casas, que carecen de algunos servicios básicos y se encuentran muy deterioradas.

Una vez empiece la construcción de los bloques de vivienda quedarán por ejecutar dos fases más con las que se sustituirán las 784 casas baratas por 915 viviendas nuevas que contarán con equipamientos y zonas verdes.

Sorolla señala que las residencias que se licitan ahora podrían estar listas a principios del año 2013. “En total ya se habrán construido 503 pisos, lo que supondrá poder realojar al 55% de los vecinos afectados de las casas baratas”, refiere el responsable de Vivienda del Ayuntamiento. En este sentido, señala que los vecinos que se trasladan a los nuevos pisos encuentran mayores comodidades y calidad de vida. “Se potencian zonas de relación vecinal, priorizando los espacios públicos y el paso de peatones”, asegura Sorolla. En este sentido, explica que con las ayudas de la ley de Barrios (unas subvenciones de 17 millones de euros a las que optó este barrio en el2009 y que comparte con Baró de Viver) se está eliminando las redes eléctrica y telefónica aéreas para sustituirlas por otras soterradas. También se eliminan barreras arquitectónicas y se implantarán sistemas de riego y de iluminación.

Los nuevos pisos serán de compra y de alquiler. En el segundo caso, Antoni Sorolla aclaró que las viviendas están muy subvencionadas y las rentas mensuales van de los 100 a los 200 euros mensuales, “unos precios por debajo de los alquileres de mercado libre”. El concejal del distrito de Sant Andreu, Raimon Blasi, también destaca el esfuerzo por mantener la inversión en este barrio en tiempos de grandes dificultades.

Con todo, la remodelación de este popular barrio, característico por las casas de planta baja, ha sido muy discutida tanto por arquitectos como por los propios vecinos. Los primeros reclamaban conservar unas construcciones que son testimonio de una época de la ciudad, y los segundos se resistían a abandonar las casas en las que habían residido toda o casi toda su vida. Por ello, se ha pactado con el Ayuntamiento conservar una hilera de las casas baratas para explicar la historia del barrio. La presidenta de la Associació de Veïns del Bon Pastor, Paquita Delgado, argumenta que muchos vecinos tienen sentimientos encontrados al abandonar su viejo hogar, pero anima a todos ellos a trasladarse. Explica que a las personas mayores una asistenta social les ayuda a realizar la mudanza y a poner en marcha el engorroso papeleo que supone un traslado. Este es un servicio que el distrito de Sant Andreu ha suprimido, pero que, tras conversaciones con los vecinos, se les volverá a ofrecer.

Delgado explica además que, debido a la crisis, la mayoría de los vecinos opta por el alquiler, ya que es imposible acceder a la compra de la vivienda por los problemas de financiación. La dirigente vecinal también reclama al Ayuntamiento que ultime de una vez la urbanización de la segunda fase de la reforma, de la que queda un pequeño espacio.

La Vanguardia.com
7-11-2011

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