Hábitat Urbano renuncia ahora a los ejes cívicos de Sant Andreu

Giro en un ambicioso proyecto urbanístico
El ayuntamiento prevé aprobar a fin de mes la reforma del PGM para proteger el casco antiguo  La nueva versión del plan elimina las zonas verdes a lo largo del barrio que los vecinos denostaban
HELENA LÓPEZ
BARCELONA
Todo parece indicar que los famosos ejes cívicos a la romana -cual Cardus y Decumanus en versión verde- que el tercer teniente de alcalde Antoni Vives había imaginado en el casco antiguo de Sant Andreu tienen los días contados. En el último proyecto, presentado por el equipo de Hábitat Urbano a vecinos y oposición hace unos días, había desaparecido la zona verde prevista sobre la calle de Jorba, corazón del soñado Cardus, para cuya construcción había que expulsar a decenas de familias. Las casitas bajas de Jorba quedaban desafectadas, una de las principales reivindicaciones vecinales.zoom La calle de Jorba, la más afectada por el plan, ahora a punto de salvarse, ayer.

La calle de Jorba, la más afectada por el plan, ahora a punto de salvarse, ayer. JOAN CORTADELLAS

Edición Impresa 

En el mismo proyecto, la calle de la Riera, por donde pasaría el arbolado Decumanus, también se mantiene en pie una zona de casas que el proyecto inicial preveía derribar. Nuevo paso atrás del equipo de Hábitat Urbano o victoria vecinal, pese a que estos últimos no quieren cantar victoria hasta que el plan esté firmado y aprobado, algo que tiene que suceder por una cuestión burocrática en la próxima comisión de Hábitat Urbano, a finales de este mismo mes.

El plan inicial de modificación del PGM para la protección del casco antiguo de Sant Andreu fue el primer gran proyecto urbanístico presentado por Antoni Vives. El proyecto preveía la desafectación de 240 de las 300 fincas de la antigua villa afectadas por el antiguo aunque vigente PGM -que preveía arrasar el barrio entero-, pero mantenía la afectación de 60 de estas fincas, para la apertura de dos ejes verdes que cruzarían el barrio, afectaciones «inevitables», según dijo en su día el concejal del distrito, Raimond Blasi, por «la necesidad de garantizar la posibilidad de cruzar el barrio en sentido sur-norte por un eje interno del barrio».

NEGOCIACIÓN /Pero, a veces, lo inevitable resulta ser evitable, a juzgar por el plano con el que actualmente negocian gobierno y oposición, al que ha tenido acceso este diario, datado en octubre pero al que los vecinos no tuvieron acceso hasta el pasado diciembre, coincidiendo con un artículo publicado en EL PERIÓDICO en el que se ironizaba con que la falta de diligencia del gobierno local había dejado que venciera la suspensión de licencias de obra decretada por el ayuntamiento en el 2010 antes de aprobar el nuevo plan.

Casualidad o no, los vecinos afectados por el plan, que no habían tenido noticias del municipio desde marzo del año pasado, cuando presentaron las alegaciones, fueron citados pocos días después de la publicación de dicho reportaje este diciembre, fecha en la se les presentó el citado plano. A primera vista, la nueva versión del plan se vio con optimismo por los afectados, ya que recogía las principales alegaciones presentadas, como salvar la calle de Jorba o el local de la colla de diables.

  Entre las alegaciones presentadas por los vecinos y no aceptadas en dicha versión del plan está la apertura de la calle de Grau. El actual boceto sigue incluyendo la apertura de una zona verde en ese punto -único vestigio de lo que tenía que ser el eje cívico-, aunque, según personas presentes en dicho encuentro los responsables del plan se comprometieron en introducir también ese cambio, pese a no estar todavía firmado. Otro asunto pendiente es la creación de una zona verde en Agustí i Milà con la calle de Dragó, operación que afecta a nueve familias, que no entienden la necesidad de crear una zona verde cuando al lado hay dos parques. En ese punto no se logró un compromiso, pero los responsables municipales prometieron tomar nota.

Pese a que el plan -iniciado por el anterior gobierno- se presentó a la prensa en diciembre del 2011, y las alegaciones de vecinos y oposición en marzo -es decir, hace 10 meses- durante todo esto tiempo los vecinos solo obtuvieron el silencio por respuesta. Primero fue un «hablamos antes del verano». Después un «después del verano», y no fue hasta diciembre cuando todo se aceleró.

Una portavoz del equipo de Hábitat Urbano aseguró ayer a este diario que «se encuentran en fase de negociación con las fuerzas políticas para obtener mayorías y poder aprobar la modificación del PGM de Sant Andreu lo antes posible provisionalmente, una vez se resuelvan y se estimen (o desestimen) las alegaciones presentadas por vecinos y partidos políticos».

PROTECCIÓN / Los dirigentes municipales han insistido durante todos estos meses en que el objetivo de la modificación del PGM que proponen no es otra que proteger el casco antiguo; algo que los vecinos entienden y de hecho comparten y ha sido su propia lucha desde hace décadas. Pero estos consideran que la protección ha de ser total (o casi), por lo que en los últimos meses han organizado acciones y manifestaciones para lograr sus objetivos. Algo que hoy parece más cerca que nunca. Este lunes tienen una reunión informativa para debatir la situación en el barrio.

Publicat per el Periodico.com
Sábado, 12 de enero del 2013

Leave a Reply