Los vecinos esperan que metro y AVE no cambien La Sagrera

Los residentes debaten la incidencia de 400.000 usuarios de las nuevas infraestructuras
La duración de las obras y el paso diario de 1.100 camiones causan un impacto en el barrio

EL PERIÓDICO recogió ayer las inquietudes de los vecinos. La concejala de Sant Andreu, Gemma Mumbrú, responderá el jueves en una entrevista.

Ramon Comorera/Marina Muñoz
Barcelona
Vivir década y media con el barrio patas arriba por las mayores infraestructuras que pueden hacerse en una ciudad marca a toda una generación. En La Sagrera llevan seis años así. En los últimos meses se han cerrado y completado ya algunos tajos, en las zonas con más viviendas, y se han abierto algunos metros (L-9/L-10) y estaciones de tren (Rodalies). En cambio, otros proyectos, los más grandes aunque también en los suelos menos habitados (corredor del AVE y más L-9 y L-4) siguen en marcha y con previsiones de finalización de hasta 10 años. Los vecinos han aguantado y superado la larga afectación de la Meridiana. Pero sin dejar de mirar hacia los trabajos que siguen a su ritmo en el gran oeste, empiezan a pensar en un futuro con casi 400.000 viajeros (120.000 del intercambiador de metro/Rodalies y 273.000 de la estación del AVE) pasando cada día por el barrio.

Es una cifra que multiplica por 13,5 la población de La Sagrera, un enclave que aún conserva, hecho que destacan diversos residentes como un gran contraste, un singular núcleo antiguo alrededor de la porticada plaza de Masadas. De ahí al cosmopolita entorno de la futura macroestación de la alta velocidad y Rodalies, donde se prevén crear hasta 800 camas de hotel y unos cuantos miles de puestos de trabajos en empresas de servicios, hay un gran trecho. Y una profunda transformación urbana que genera debate y también algunos recelos.MENOS EDIFICABILIDAD / En este nuevo centro de comunicaciones de Barcelona se construirán además 2.200 viviendas en el plan Entorn Sagrera, lo que aumentará la población un 33%. No será este un cambio menor, aunque ahora sí forzosamente gradual y a largo plazo tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Los comentarios de algunos residentes se añaden a la exigencia de la asociación de vecinos de reducir la edificabilidad de la zona de la estación como explica su presidente Josep Barbero. Un tema difícil, sin embargo, pues las administraciones siguen vinculando parte de la financiación de infraestructuras y hasta de equipamientos a plusvalías y aprovechamientos urbanísticos de solares afectados.

Un impacto de las obras que sufren los vecinos y que va más allá del lugar donde estas se desarrollan es el paso de camiones. En el barrio están las bocas de salida de tierras de los dos túneles que ahora se excavan en Barcelona: la del AVE al lado del puente de Bac de Roda y la de la L-9/L-10 junto al del Treball Digne. Entre las dos (tienen una envergadura similar) movilizan 1.100 remolques al día, con un flujo de 80 por hora.

Su paso constante, vacíos o cargados hacia vertederos del Vallès, llena de polvo y ruido Berenguer de Palou, Sagrera, Pare Manyanet y la ampliada Garcilaso. Barbero se indigna cuando desde los Jardins d’Elx los ve en esta última vía yendo hacia la Meridiana, dirección de circulación que los vecinos rechazan en una calle que piden de sentido único.

OKUPAS EN LA TORRETA / El veterano representante vecinal dice que exigirá al nuevo ayuntamiento la ampliación, pendiente desde hace 12 años, del parque de la Pegaso con las cuatro fincas, en mal estado y con actividades sin licencia, situadas entre Sagrera y Portugal. También pide resolver el conflicto de los rumanos que ocupan el edificio singular y vacío destinado a casal de barrio de La Torreta, en Berenguer de Palou-Clara Zetkin, grupo que además asegura que ejerce coacciones para tener más ayudas en el reparto que hace Cáritas en la parroquia de Crist Rei.

La falta de seguridad que revelan «los nueve robos en la calle y 15 asaltos a un solo bar» ocurridos en las aceras ocupadas y demasiado cerradas de las obras de la L-9 en Honduras-Maria Claret es otra queja de Barbero. La acción de Mossos y constructora es insuficiente, lamenta.

El Periódico.com
5-04-2011