La Generalitat impulsa esta medida que forma parte del nuevo plan para la mejora de la calidad del aire
Óscar Muñoz
El combate contra las emisiones de gases contaminantes producidos por el tráfico contará con nuevas armas: las multas. Los ayuntamientos catalanes, a través de sus cuerpos de policía, sancionarán a los conductores de los vehículos que sobrepasen los límites de humos permitidos. Esta es una de las medidas del nuevo plan para la mejora de la calidad del aire de la Generalitat, cuyo documento base se presentará la semana que viene. Esta punición afectará a los coches, furgonetas, camiones y autobuses, previsiblemente a partir del 2012, una vez que se haya aprobado el citado plan, que tendrá vigencia hasta el 2015, y los municipios, que son las administraciones que la aplicarán, la hayan incorporado en sus ordenanzas fiscales.
La manera de proceder será similar a la que ya siguen algunos ayuntamientos, entre ellos el de Barcelona, con los vehículos excesivamente ruidosos. Los agentes que descubran un automóvil que despida humos sospechosos –más oscuros de lo habitual– lo detendrán, lo denunciarán y le obligarán a resolver la anomalía que padezca –si es que la tiene, algo que deberá certificar una estación de ITV mediante un control de opacidad cuyo resultado facilitará a la Administración– en un plazo de tiempo determinado. La multa será efectiva si este test prueba que ensuciaba más de lo debido. El vehículo tendrá que solucionar el problema y obtener luz verde oficial, igualmente en una ITV. De lo contrario, quedará inmovilizado.
Esta medida no requiere modificar las actuales normas sobre humos y que se tienen en cuenta para pasar la ITV. La mayoría de los vehículos deben someterse a este examen a partir del cuarto año de antigüedad. La novedad es que las policías podrán actuar y requerir nuevas certificaciones. Bastará la observación de un agente para iniciar el proceso, porque, argumenta la Conselleria de Territori i Sostenibilitat, las policías no disponen de instrumental móvil para medir emisiones de gases. Para los ruidos tienen sonómetros. Si en el primer control de la ITV se demuestra que el vehículo estaba en buenas condiciones, el expediente sancionador se suspenderá.
Este es de los pocos casos en que el plan de mejora de la calidad del aire prevé puniciones. “Es una situación excepcional que requiere una respuesta contundente, pero el documento apuesta por las medidas sensibilizadoras”, explica Josep Enric Llebot, secretario de Medi Ambient i Sostenibilitat. Todavía no se ha decidido la cuantía de estas multas, pero serán homologables a las que ya hay por comportamientos incívicos con vehículos, que oscilan entre 90 y 300 euros. De todos modos, los responsables de la citada secretaría destacan que lo más importante no son las sanciones económicas, sino la inmovilización de los vehículos que sean excesivamente sucios.
La puesta en marcha de esta medida se hará en paralelo a la prevista en el plan estatal de mejora del aire impulsado por el Gobierno central –que elabora el Ministerio de Medio Ambiente y que se prevé implantar en el 2012– de etiquetar todos los vehículos con colores según su nivel de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas en suspensión (PM10), que son los dos contaminantes del tráfico que más preocupan. Cada uno deberá lucir un adhesivo rojo, naranja, amarillo o verde (véase el gráfico de la página 1) de acuerdo con el grupo al que pertenecen (1, 2, 3, 4 o 4+). Las motos no se incluyen. Esta clasificación permitirá a los ayuntamientos establecer limitaciones de acceso, bonificaciones en el aparcamiento u otras actuaciones en áreas que consideren más sensibles, las ZUAP (zonas urbanas de atmósfera protegida). Pero, más allá de las ventajas o inconvenientes que pueda comportar pertenecer a un grupo u otro, lo más relevante, según Llebot, es el “sentido pedagógico” y “la imagen” que se da. “Un conductor puede presumir de ecologista y luego ir en un coche con un distintivo que demuestre todo lo contrario”, explica este alto responsable de la Generalitat.
Sobre la posibilidad de que algún municipio decida impedir el paso de los vehículos más sucios a áreas ZUAP, el secretario de Medi Ambient i Sostenibilitat, dejando claro que es competencia de los ayuntamientos, recuerda que el 57% del parque pertenece a los grupos 1, 2 y 3 (rojo, naranja y amarillo) y en muchos casos se trata de herramientas de trabajo (furgonetas, camiones o coches industriales). Además, añade Llebot, aplicar esta restricción sería complicado si se quiere tener un control tecnológico ya que habría que instalar unos sistemas de lectura de matrículas o etiquetas muy complejos o bien dejarlo todo en manos del control de las policías municipales. Por ello, es partidario de incentivar el uso de vehículos con distintivos verdes.
En este sentido, el Govern cree que las administraciones deben predicar con el ejemplo. Por ello, el plan de mejora de la calidad del aire incluirá otra medida obligatoria: la ambientalización de todas las flotas públicas (de limpieza, de las policías, autobuses…). En las licitaciones para su adquisición se explicitará que estos vehículos deberán contar con los sistemas más limpios posible.
La Vanguardia.com
14-09-2011
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