El barrio del Congres-Indians, definitivamente se queda sin el Centre D`Art Contemporaneo

El gran espacio del arte emergente
Barcelona abre finalmente, con una exposición de David G. Torres, las primeras salas del edificio de Fabra i Coats, que acoge las fábricas de creación
Roberta Bosco

Ha sido una gestación larga, complicada y muy polémica, pero finalmente Barcelona tiene su centro de arte contemporáneo. El nuevo equipamiento, que se inauguró ayer con una exposición de David G. Torres sobre las nuevas prácticas artísticas y de comisariado, ocupa 600 metros cuadrados en la planta baja del complejo fabril de Fabra i Coats, en Sant Andreu, convertido ahora en el buque insignia de otro tipo de fábricas, las de creación.

El antiguo complejo fabril de Fabra i Coats, en Sant Andreu, acoge ahora el arte más vanguardista. / MARCEL·LÍ SÀENZ

Acaba así un proceso iniciado en 2008 con la crisis del Centro de Arte Santa Mònica y su reconversión en una institución multidisciplinar, bajo la dirección de Vicenç Altaió. Las presiones del mundo del arte forzaron al anterior Consistorio a buscar una salida y encontrarla en el canódromo. Cuando los trabajos de reestructuración ya estaban casi terminados e incluso se había nombrado a un director de prestigio; Moritz Küng, el Ayuntamiento de CiU dio marcha atrás y, pese a las protestas, decidió emplazar el nuevo centro de arte en Fabra i Coats, un espacio que puede crecer hasta tres plantas más y alcanzar un total de 2.450 metros cuadrados para exposición, sin contar las ventajas de la proximidad con las estructuras de producción de la fábrica de creación.

“El canódromo abrirá a finales de este año como un nuevo equipamiento dedicado a las industrias culturales y muy vinculado a la difusión y gestión de la producción de contenidos, que se llevará a cabo en el centro de arte”, anunció el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, durante la inauguración. Para Ciurana, se trata solo del embrión de un equipamiento de gran envergadura, “que constituye una pieza clave, en un sistema coherente de espacios, que incluye el Macba y los demás centros de arte de Cataluña”.

La inauguración del centro reunió a muchos políticos, galeristas y profesionales del mundo del arte, además de los vecinos del barrio, desde siempre muy implicados en la recuperación del antiguo complejo fabril. Los grandes ausentes fueron los artistas, escasamente representados, aunque es posible que acudan hoy a la gran fiesta happening que tendrá lugar desde las 18.00 horas hasta bien entrada la madrugada y llenará la fábrica de conciertos, performances, sesiones de DJ y VJ, proyecciones, experimentaciones sonoras, pinturas murales y otras propuestas creativas colectivas.

A la espera de que se convoque el concurso para nombrar una mesa que, a partir del próximo septiembre, se encargará anualmente de diseñar la programación del centro, se han encargado tres exposiciones a otros tantos comisarios. La primera, Esta no es una exposición de arte, a cargo de David G. Torres, plantea las bases de lo que podría ser este espacio: un centro dedicado a la creación de contenidos desde una condición de diálogo transdisciplinar. De ahí el titulo irónico que hace referencia, según Torres, “a todas las cosas que no quieren ser lo que son”.

 “Esta no es una exhibición de tesis ni sobre la performance. Es una propuesta de carácter prospectivo sobre la necesidad de replantear los formatos creativos y expositivos”, explicó Torres. La exposición, abierta hasta el 27 de enero, reúne a 11 artistas cuyo común denominador es la voluntad de esquivar etiquetas, con un trabajo que incluso rehúsa la definición de obra de arte. “Si pensamos en producciones culturales, lo importante no es cómo lo explican, sino qué explican”, concluyó Torres, que eligió, entre otros, a Joan Morey, Antonio Ortega, Benjamin Seror, Laia Estruch y Christian Jankowski, casi todos con proyectos concebidos ex profeso.

El País.com
29-09-2012

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