La síndica reprocha la tolerancia con una casa okupa de Sant Andreu

La síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha considerado que el Ayuntamiento “no ha actuado con eficacia ni diligencia”.

Se refiere a las molestias que ocasionan a los vecinos desde hace unos diez años los residentes de la casa okupa La Gordísima de Sant Andreu, ha informado la Sindicatura.
La resolución concluye que el consistorio “presuntamente tolera actividades” que deberían estar bajo licencia municipal, y pide una solución definitiva para garantizar el derecho al descanso y evitar problemas de salubridad, higiene y seguridad para sus habitantes y para terceros, por un posible mal estado del edificio.

La Síndica De Greuges De Barcelona, Maria Assumpció VilàVilà ha emitido la decisión tras estudiar la queja de un vecino en desacuerdo con “la inactividad de la Urbana y otros servicios municipales por ser incapaces de resolver las molestias”.
En su reclamación, el vecino expone que en la casa se ofrece servicio de bar y se consume alcohol tanto dentro como fuera del local, y cada cierto tiempo se celebran fiestas convocadas por Internet que provocan ruido y, a veces, altercados y peleas.
 Según él, la degradación de la calle de Pons i Gallarza, donde se ubica el inmueble, es cada vez más evidente por la suciedad, los orines y vómitos, y porque el servicio de limpieza es insuficiente.
                                                                                                                                                                                                                           Foto: EUROPA PRESS
En una visita en enero del equipo de la síndica a La Gordísima se comprobó que se celebraba un concierto con unas 80 personas –incluidos algunos niños–, que se consumía alcohol y se fumaba sin problemas, y había una barra con comida y una lista de precios, lo que hace suponer que se venden productos sin licencia.

   Algunos testigos criticaron el agravio que supone respecto al resto de ciudadanos que los ocupantes no paguen nada y el riesgo que supone que algunos perros de raza peligrosa se paseen por la calle sin cadena ni bozal; a la vez, algún vecino se ha visto obligado a irse de la zona por las molestias, según la Sindicatura.

INFORMES MUNICIPALES

   Destaca que los informes municipales recibidos sobre el caso son “breves y superficiales”, de forma que parece que “se hayan limitado a cumplir con el trámite formal”, a la vez que detecta descoordinación entre departamentos municipales.

   El Ayuntamiento inspeccionó la casa tres veces el verano pasado –con la llegada del calor es cuando se producen más problemas– y se pudo comprobar que entonces no había actividad en el edificio; dos años antes, en 2009, el consistorio abrió expediente porque en la casa se ofrecía servicio de bar y restauración sin licencia.

   La síndica concluye que La Gordísima es un espacio alternativo reivindicativo e irregular donde se realizan actividades sin control ni permiso municipal que ocasionan molestias a los vecinos y problemas de higiene y salubridad, por lo que cree que el Ayuntamiento debería haber sido más perseverante con las inspecciones.

   Cree que una de las gestiones pertinentes hubiese sido identificar a los propietarios de la finca para conocer posibles acciones emprendidas, y recomienda al consistorio buscar una solución definitiva, reflexionando sobre si trasladar las actividades, en caso que sean de interés general, a un espacio alternativo de la zona.

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 (EUROPA PRESS) – BARCELONA, 24 Jun.

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