Barcelona pretende levantar un «elemento simbólico importante» en las Glòries

Las bases del concurso internacional de arquitectos subrayan lo central, icónico y monumental del área El certamen se abrirá en septiembre y el veredicto del jurado se dará a conocer en junio del 2013

XABIER BARRENA
BARCELONA

Hábitat Urbano está ya preparando el concurso internacional de proyectos que debe dar en las Glòries un diseño formal definitivo a lo que ahora son, simplemente, imprescindibles esquemas de trabajo y de funcionamiento. Según un documento al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, este certamen internacional que pretende atraer a profesionales de todo el mundo será lanzado en el mes de septiembre y finalizará en junio del 2013, cuando el jurado de expertos dé su veredicto. El documento, llamado Bases para el concurso de Glòries incluye, como elemento a tener en cuenta, una opinión del consejo consultivo de Hábitat Urbano, organismo creado por el teniente de alcalde Antoni Vives y formado por ilustres profesionales de la arquitectura, el urbanismo y el medioambiente. La cita afirma que «en términos de representatividad y monumentalidad hay que pensar en algún elemento simbólico importante».

zoom El tambor de las Glòries con el edificio del Dhub a la izquierda y el del Teatre Nacional al fondo, ayer.   El tambor de las Glòries con el edificio del Dhub a la izquierda y el del Teatre Nacional al fondo, ayer. JULIO CARBÓ

La verdad es que solo la lectura del nombre del espacio, plaza de las Glòries Catalanes, y su situación en el mapa, en el cruce de las tres principales vías barcelonesas y metropolitanas, llevan a esta conclusión. Cabe recordar que, como adelantó este diario, Hábitat Urbano estudió la posible ubicación del Parlament de Catalunya en la plaza, e, incluso, emplazar en el centro del espacio una gran bandera catalana.

 CARÁCTER CENTRAL / El consejo consultivo, en el mismo párrafo, también alude al perímetro de la plaza y a su carácter central: «hay que pensar (…) en una arquitectura perimetral adecuada a la significación del lugar.

Con unas fachadas con mucha vitalidad, donde no solo se alberguen algunos equipamientos de carácter local, sino que puedan acoger funciones singulares de la ciudad o la metrópolis». En cuanto al programa, el documento explica que, «aparte de los usos existentes y los previstos», en el acuerdo con los vecinos «se definirán nuevos usos locales y de ciudad» para la plaza.

El concurso tendrá dos fases. En la primera, de entre todos los participantes, a los que se pedirá un currículo (en el sentido arquitectónico) y bocetos de las ideas básicas, se seleccionarán, en el mes de noviembre, 10 finalistas. Una vez se den estos a conocer, se organizarán, entre diciembre y marzo, unos talleres de participación ciudadana.

En la segunda fase los equipos tendrán que dar «una respuesta global» desde un punto de vista multidisciplinar, algo que en la tenencia de alcaldía gusta mucho, como se ha visto en el concurso de las 16 puertas de Collserola. Habrá un ganador y dos menciones, y está segunda fase estará retribuida de manera adecuada «a la carga de trabajo y superficie del proyecto». Algo que los arquitectos echaron de menos, precisamente, en el certamen sobre Collserola.

 Eso sí, para acotar el clásico proceso arquitectónico de dar rienda suelta a la imaginación, tan propio tanto de esta disciplina como de estos concursos, las bases del certamen advierten: «las propuestas deben ser viables».

El periodico.com
29 de julio 2012 

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