ERC ya espera otros nombres para la presidencia de la Generalitat.
Junts per Catalunya anunció el sábado que presentarían a un candidato –el plan D– que desencallaría la investidura tan pronto como la vía Carles Puigdemont se imposibilitara por la acción judicial. En las propias palabras del portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, al anunciar estos pasos, se percibía la asunción de la inviabilidad de la opción Puigdemont. Pero los republicanos ignoran quién va a ser la nueva propuesta. Por eso, ERC apremió ayer JxCat a moverse los dos al compás y tras pedir por la mañana un encuentro urgentemente, por la tarde se reunieron para pactar ya “pasos conjuntos” y abordar la cuestión.
Reunión en Berlín. Marcel Mauri (Òmnium) visitó ayer Carles Puigdemont en la capital alemana para apoyarle, pero también para mostrar su preocupación por la “falta de estrategia unitaria” (Òmnium / ACN)
La reunión de los diputados de JxCat en Berlín y su intención de volver a poner sobre la mesa el nombre de Puigdemont no ha alterado los ánimos de ERC. Tampoco ha variado el discurso de la formación que lidera Oriol Junqueras: hace falta una “investidura efectiva” para recuperar las instituciones catalanas y, con el control del Govern, “hacer república”. Con todo, los republicanos dan por seguro que ni siquiera podrá presentarse Puigdemont formalmente, porque el Gobierno recurrirá en las próximas horas ante el Tribunal Constitucional la ley de Presidència, que permitiría una investidura a distancia, probablemente al mismo momento que decida publicar en el Diari Oficial de la Generalitat la norma aprobada en el Parlament.Ayer fue Marta Vilalta, la portavoz de ERC, la que usó el ya manido enunciado de la “investidura efectiva”, una fórmula que no es más que una prudente perífrasis para no decir con todas las letras que el número uno de JxCat no puede ser, hoy por hoy, el candidato. Y no porque no lo deseen los republicanos, sino por impedimentos judiciales. “Eso no significa bajar los brazos y ceder a las pretensiones del Estado. Es lógico que JxCat quiera apuntar alto y pretender lo máximo, pero hay que ser realistas”, admiten desde Esquerra. El límite que se fijó el mismo Puigdemont para la investidura es el día 14. Por lo tanto, Vilalta aseguró que esta semana “puede resultar clave”.
ERC cree que no se repetirán las elecciones, aunque no se atreven a poner la mano en el fuego, ya que es JxCat quien controla los tempos. Sin embargo, Vilalta, preguntada ayer por si puede ser que Esquerra acabe presentando un candidato propio si peligra la investidura, no quiso pronunciarse, dejando abierta la puerta.
¿Cuál sería la única vía para investir a Puigdemont? La de la desobediencia, un extremo que ni JxCat ni ERC están dispuestos a asumir. Por eso, la CUP riñó a ambos ayer en una conferencia en Barcelona y mostró su “perplejidad y decepción” por que las dos grandes formaciones independentistas no hayan podido consensuar una hoja de ruta para “obedecer el mandato del 1-O”. Los cuperos Carles Riera y Natàlia Sànchez volvieron a asegurar que pasarían a la oposición. Lo hicieron ante el presidente del grupo de ERC al Parlament, Sergi Sabrià, y el diputado de JxCat Francesc de Dalmases.
Mientras espera el recurso del Gobierno contra la ley de Presidència, el PP alardeó ayer de “haberse enfrentado a los independentistas” y evitar así que Puigdemont, “un huido, fuera presidente”. Sin embargo, el líder de Cs, Albert Rivera, criticó la “laxitud” del Ejecutivo por no impugnar otras decisiones adoptadas en el Parlament, como la del voto delegado del presidente destituido y del exconseller Toni Comín.
También se mostró muy duro el PSOE con Puigdemont, a quien acusó de forzar “un cierto caudillismo”. El secretario de organización, José Luis Abalos, criticó que siga insistiendo con su “plan personal de restitución”. En una línea parecida se expresó Xavier Domènech, líder de los comunes: “ Puigdemont o lo que decida Puigdemont no ayuda a salir de la situación”.
La vanguardia 08/05/2018
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